Abandonar
a mi madre… ¿Por qué? ¿Por qué tenía que pasarme esto a mí?
Un
periodista me había descubierto y el gran empresario no podía permitirse el lujo
de que averiguasen que tenía a una hija bastarda de la edad de su hijo ¿solución?
Iban a decir que me habían escondido desde pequeña para que pudiese tener una
vida normal y qué mi madre solo era una criada contratada para cuidarme.
¿Odio?
Ni siquiera eso podía explicar lo que ahora mismo sentía por aquel hombre. Yo
era un mero peón en su jueguecito y no le importaba sacrificarme para salirse
con la suya.
Cuando
me lo contó lo primero que dije fue:
-¿Cómo
voy a ser su hija si Neo nació el mismo año que yo?-creía que así se le iba a
quitar la idea de la cabeza pero qué ingenua fui, él ya tenía todo planeado.
-Os
parecéis, diremos que sois mellizos y ya está. También informaremos de que tú no
sabías nada sobre mí hasta hace solo unos meses. Tú madre es otra cosa. Tendrás
que decir ante el juez que no quieres volver a verla y que tu decisión es venir
a vivir conmigo.
Después
no se hicieron esperar las amenazas. Tenía diecisiete años y mi vida parecía
una montaña rusa.
Acababa
de llegar una carta del juzgado convocándonos. Mi madre estaba desesperada, no
sabía a qué se debía. Hacía un mes que Daniel me había citado con él. Este mes lo había obtenido suplicando a mi
padre y echándole en cara que me iba a separar de la persona con la que había convivido toda mi vida. Para mí era cómo una despedida en silencio.
-¿Qué
crees que será? ¿Qué puede querer ahora?- cuando me preguntó que quería decirme
mi padre la dije que únicamente me citó para anunciarme que estaba mirando ya
universidades y que dentro de poco me informaría de cuál había sido su decisión
final. No era la mejor escusa de todas pero era algo muy propio de Daniel así
que mi madre se lo creyó.
-No
lo sé-
-Bueno,
lo sabremos dentro de tres días. Al menos, pase lo que pase estaremos juntas-me
obligué a mí misma a dibujar una sonrisa en mi rostro. Yo era todo lo que mi
madre tenía, ¿qué iba a hacer sin mí?
Una
lágrima escapó de mis ojos y mi madre me abrazó pensando que estaba asustada por
el juicio. Ojalá hubiese sido por eso.
Una
grieta comenzó a formarse en mi corazón mientras imaginaba la reacción de mi madre
cuando dijese frente al juez que no quería seguir viviendo con ella.
Solo
esperaba que pudiera superarlo pronto…
***
Siento haber publicado el capítulo hoy pero ya sabéis lo que me sucedió ayer... Bueno, os aviso que el sorteo sigue abierto y hay premios materiales!
2 comentarios:
Ala joo que pena me ha dado.:'( pobrecita su madre, ¿qué hará sin ahora sin ella?
No entiendo como puede existir una persona tan despreciable como su padre!!
Me ha gustado mucho el capitulo a pesar de que ha sido muy triste, estoy impaciente por saber que pasará en el próximo.
un beso. :)
Me encanta cómo expresas!
Escribes de maravilla :)
Un abrazo :3
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