El
olor era lo que más recordaba. Era una mezcla entre detergente, calor y papeles
nuevos.
Mi
madre me agarraba fuertemente del brazo mientras avanzábamos por el silencioso
y vacío pasillo de los juzgados.
Nuestro
destino era la última puerta del pasillo que desde lejos parecía permanecer
cerrada.
Sentía
el acelerado pulso de mi madre y su agitada respiración. Se había maquillado
demasiado para intentar ocultar su horrible noche pero las ojeras parecían
invencibles tras haber gastado todo un bote de maquillaje en tratar
esconderlas.
Yo
ya había asumido mi destino y disfrutaba en silencio de esos últimos momentos a
su lado.
Paramos
frente a la enorme puerta. Mi madre me regaló una sonrisa antes de empujar la
puerta y abrirla…
***
-¡No
sé en qué momento has empezado a formar todo esto pero no pienso permitir que
tus errores nos afecten a nosotras!-dos horas hablando. Dos larguísimas horas
escuchando la voz de mi padre y mi madre discutiendo con alguna interrupción
del juez.
-Me
parece que no te has enterado querida-Daniel ahora esbozaba una sonrisa
victoriosa y supe que había llegado la hora.
-¿De
qué estás hablando?
-Querida
tu hija tiene algo que decirte, algo que te ha estado ocultando desde el último
mes-mi madre me observó con ojos de pánico.
En
la sala solo estábamos mis padres, sus respectivos abogados, el juez y yo.
Miré
a mi madre con seriedad. Comenzaba mi actuación.
-Tiene
razón. No te he contado todo- un gran silencio se hizo en la sala. Todos me
observaban esperando con ansias mis palabras –He decidido ir a vivir con papá.
-¡No!-el
grito de mi madre no se hizo esperar -¿Por qué quieres arrebatármela ahora? ¿Por
qué estás decidido a hacernos la vida imposible? Cariño por favor no le hagas
caso, ven conmigo encontraremos la manera de arreglarlo todo.
-¡No
lo entiendes!-grité con los ojos anegados de lágrimas-. Con él puedo llegar a
ser algo en la vida. Con él podré ir a las mejores universidades y podré
encontrar un empleo de categoría. Nunca me has pedido opinión, siempre me arrastrabas contigo, me hiciste
creer que mi padre era malvado pero la única embustera aquí eres tú. Le
engañaste, le cazaste con tus redes y luego intentaste quedarte a su lado
utilizándome- sentía como con cada palabra mi madre iba rompiéndose cada vez
más. Mi padre sonreía con la escena. Realmente me merecía un premio por ser una
gran actriz.
-Karen
cariño, ¿Qué te ha metido en la cabeza? Sabes que no te mentiría. Sabes que te
quiero. Por favor, no me abandones.
No
podía con esto, mi corazón se hallaba encogido del dolor en mi pecho.
-Tú
has sido la causante de toda mi desdicha. ¡No quiero volver a verte nunca!-
Salí
corriendo de la sala con las lágrimas recorriendo mi rostro.
Sus
gritos todavía me persiguen por las noches. Tengo veinte años y estoy en mi
segundo año de carrera. Ahora soy alguien importante. La gente quiere estar a
mi lado a todas horas.
No
he vuelto a ver ni a mi madre, ni a Carlota. No sé cómo irán sus vidas pero deseo con toda mi alma que estuvieran felices y no sé acordaran de esa persona que
las había abandonado.
Lo
que más me duele de todo es que a ninguna de las dos la pude decir adiós…
***
Bueno este es el final. Espero que disfrutárais con la historia. La verdad tenía previsto más capítulos pero como sé que es un rollo leer historias en blogs he decidido acortarla para volver otra vez a las entradas. ^^
Os recuerdo que el sorteo por los 200 seguidores sigue activo ^^ :
1 comentario:
¿Quéééééé?? ¿ya ha acabado?
No por favor dime que no que hay algo más! con lo que me gustaba esta historia jopetas :(
que penita me ha dado su madre cuando le ha gritado todas esas cosas.
Publicar un comentario